domingo, 27 de abril de 2014

El Rey Arturo símbolo junto a Cámelot de igualdad, justicia y paz

El Rey Arturo (en galés y en inglés: Arthur) (otros nombres:Arturo de Bretaña, Arturo del Reino Unido, Arthur of Britain) es un destacado personaje de la literatura europea, especialmente inglesa y francesa, donde aparece representado como el monarca ideal, tanto en la guerra como en la paz. Según algunos textos medievales tardíos, Arturo fue un caudillo britano que dirigió la defensa de Gran Bretaña frente a los invasores sajones a comienzos del siglo VI. Su historia pertenece principalmente a la leyenda y a la literatura, aunque se discute si Arturo, o un personaje similar en el que se habría basado la leyenda, ha existido realmente.
Las primeras referencias a Arturo se encuentran en las literaturas célticas, en poemas galeses como Y Gododdin. El primer relato de la vida del personaje se encuentra en la Historia Regum Britanniae, de Geoffrey de Monmouth, quien configuró los rasgos principales de su leyenda. Monmouth presenta a Arturo como un rey de Gran Bretaña que derrotó a los sajones y estableció un imperio en las islas Británicas. En su relato aparecen figuras como el padre de Arturo, Uther Pendragon y su consejero, el mago Merlín, y elementos como la espada Excalibur; se menciona también el nacimiento de Arturo en Tintagel, así como su batalla final contra Mordred en Camlann y su retiro posterior a la isla de Ávalon junto al Hada Morgana, alumna de Merlín.
A partir del siglo XII, Arturo fue el personaje central de las leyendas conocido como materia de Bretaña, apareciendo en numerosos romances en francés. Chrétien de Troyes añadió otros elementos esenciales a su leyenda, entre ellos la figura de Lanzarote del Lago y la relación con el Santo Grial. Después de la Edad Media la literatura artúrica experimentó un cierto declive, pero resurgió durante el siglo XIX y continúa viva a comienzos del siglo XXI, tanto en la literatura como en otros muchos medios. De entre todas las versiones del relato, la más leída de entre las antiguas es La muerte de Arturo de Thomas Malory, que es, en palabras de L. D. Benson, la única obra literaria inglesa escrita entre Chaucer y Shakespeare, que aún hoy en día es leída con renovado fervor y placer. Esta obra ha sido también una de las más influyentes en las adaptaciones cinematográficas.
 

Debate sobre su historicidad

Arturo como uno de los Nueve de la Fama, tapiz, c. 1385.

Homenaje a Arturo, ilustración S.XIV
Arturo en las fuentes antiguas
No existen testimonios arqueológicos fiables que permitan certificar la existencia histórica del Rey Arturo. A finales del siglo XII, los monjes de Glastonbury hallaron supuestamente en una tumba una cruz con una inscripción latina que identificaba a los allí inhumados como Arturo y su esposa, Ginebra. Se trató, sin embargo, de un fraude relacionado con la Historia Regum Britanniae de Geoffrey de Monmouth, con la probable finalidad de aumentar la afluencia de peregrinos. Recientemente, en 1998, el profesor Christopher Morris, de la Universidad de Glasgow, halló en Tintagel una pizarra con una inscripción, muy probablemente del siglo VI, que contiene el nombre latinizado "ARTOGNOU", que corresponde al céltico Arthnou, Sin embargo, no puede afirmarse que esta pieza constituya en modo alguno una prueba de la existencia de Arturo.



Dada la ausencia de testimonios arqueológicos, se hace necesario recurrir a las fuentes literarias. La idea de que Arturo fue una figura histórica real proviene principalmente de dos documentos medievales: la Historia Brittonum y los Annales Cambriae. La primera data del siglo IX, y la segunda del siglo X: ambas son, por lo tanto, fuentes considerablemente tardías, ya que, si realmente existió, Arturo habría vivido en el siglo VI.

Interpretaciones
La falta de menciones del personaje en fuentes antiguas es la razón principal por la que muchos historiadores recientes han excluido a Arturo de sus libros sobre la Britania post-romana. En opinión del historiador Thomas Charles-Edwards, «en este estadio de la investigación, lo único que puede decirse es que pudo muy bien haber existido un Arturo histórico [pero...] el historiador no puede actualmente decir nada de interés sobre él». Estas confesiones de ignorancia son relativamente recientes: las generaciones anteriores de historiadores se han mostrado bastante menos escépticas: el historiador John Morris, por ejemplo, dio a su obra sobre la historia de Britania e Irlanda sub-romanas el título de "la época de Arturo" (The Age of Arthur; 1973). Con todo, fue poco lo que pudo decir acerca de un Arturo histórico.
Nadie sabe exactamente si el rey Arturo, el literario, realmente existió, lo que sí se sabe es que nunca hubo un rey de Inglaterra que se llamara o tomara el nombre de Arturo: los textos más antiguos en que es mencionado no se refieren a él como «rey», sino como «dux bellorum» ('jefe militar'). Entre quienes creen que existe un personaje histórico que originó la leyenda de Arturo se han propuesto diferentes alternativas. Las teorías sobre el origen de Arturo son muy variadas: algunos autores opinan que el personaje literario tiene una base real; otros consideran que desde su origen fue un personaje ficticio, mítico, tal vez incluso una deidad céltica semiolvidada.

Artorio
Según la teoría inicialmente propuesta por Kemp Malone, el personaje real que originó la leyenda pudo haber sido un militar romano llamado Lucio Artorio Casto (Lucius Artorius Castus), que vivió en el siglo II de nuestra era y llegó a ser praefectus de la legio VI Victrix y dux en una expedición a Armórica. Según Malone, el antropónimo "Artorius" pudo haber evolucionado hasta convertirse en "Arthur". En 1994, Littleton y Malcor añadieron un argumento para apoyar la identificación de Arturo con Artorio: según ellos, ciertos elementos de la leyenda artúrica (por ejemplo, la espada en la roca, el Santo Grial o el regreso de la espada de Arturo al lago) podrían tener un origen escita y estar relacionados con un personaje mítico llamado Batraz, y la única época en que se sabe con certeza que hubo escitas en Gran Bretaña fue precisamente el siglo II, cuando Artorio fue el comandante de un contingente de caballería sármata. Sin embargo, los elementos supuestamente escitas mencionados por Littleton y Malcor no aparecen en la leyenda artúrica hasta fecha muy tardía: no están presentes en la obra de Geoffrey de Monmouth, y alguno de ellos sólo se inserta en la leyenda en el siglo XV, en La muerte de Arturo, de Thomas Malory.3 Esta teoría, por lo tanto, no ha suscitado consenso entre los estudiosos.
En 2004, Jerry Bruckheimer produjo El Rey Arturo, una película que asociaba a Artorio Casto (Clive Owen) con el personaje legendario, y a su famosa cohorte de caballeros sármatas con los caballeros de la Mesa Redonda. También aparecía el personaje de Ginebra (Keira Knightley), esta vez como princesa picta que convence a Artorius a tomar partido por los britanos contra los sajones en la Batalla del Monte Badon. El filme fue lanzado con el subtítulo de La verdadera historia nunca antes contada que inspiró la leyenda.

El nombre de Arturo
El origen del nombre galés Arthur es materia de debate. Algunos sugieren que se deriva del nombre de una familia latina: Artorius, con una etimología oscura y discutida. Y como se acaba de indicar, otros proponen una derivación del galés arth (proveniente de art), que significa "oso", sugiriendo que art-ur, significaría "hombre-oso", (proveniente de *Arto-uiros) es la forma original, si bien hay dificultades también con esta teoría.
Podría ser relevante para el debate que el nombre aparece como Arthur, o Arturus, en los textos latinos artúricos, pero nunca como Artorius. Sin embargo, esto podría no decir nada sobre el origen de la palabra pues Artorius podría haberse convertido en Art (h) ur en su paso al idioma galés, eso querría decir según John Koch, que las referencias latinas serían posteriores al siglo VI.
Una teoría alternativa une el nombre de Arthur a Arcturus la estrella más brillante en la constelación Boötes, cerca de la Ursa Major en la Osa Mayor. El nombre significa "guardián del oso". El nombre Arcturus podría haberse transformado en Art (h) ur en galés, y su brillo y posición en el cielo explicarían su conocimiento popular como "guardián del oso" (debido a su proximidad a la Osa Mayor).
Aunque se asume que la derivación de Artorius podría significar que las leyendas artúricas tienen un origen genuinamente histórico, recientes estudios sugieren que esta asunción podría no estar fundamentada.  Por el contrario, una derivación de Arcturus podría indicar un origen no histórico del nombre.
La historia breve
El centro de esta historia es la búsqueda del Santo Grial, aquella copa de la que bebiera Jesús en la Última Cena, de la que se decía que tenía poderes mágicos curativos y regenerativos. Esta copa habría sido dada a José de Arimatea, y sus descendientes la habrían llevado a Inglaterra. Merlín habría solicitado a Arturo que buscara el Santo Grial y este mandó a sus caballeros a encontrarlo.
Orígenes
El rey literario es hijo de un rey de una pequeña comarca, Uther Pendragon (en galés, 'Uther hijo del Dragón'), quien deseaba a Igraine, esposa de Gorlois, duque de Tintagel. Uther hizo que el mago Merlín embrujase a la mujer para que, cuando él entrase a sus aposentos, ella creyese que se trataba de su esposo. Uther, aprovechando el engaño, mantiene relaciones sexuales con Igraine, engendrando con ella un hijo: Arturo. (Ver la relación con el argumento de Tristán e Isolda). Cuando Gorlois muere en combate, los sabios de Cornualles aconsejan a Igraine que se case con el rey Uther.
Al nacer, Merlín toma al niño y lo entrega a sir Héctor para que lo cuide y lo críe como a su propio hijo, Kay. Igraine y Gorlois habían tenido a Morgause (o Enna), Elaine (o Blasina) y Morgana (o Morgian), hermanas mayores de Arturo. Las dos mayores acabaron casándose y la pequeña Morgana fue enviada a la Isla de Ávalon con Merlín y la Dama del Lago, donde se convirtió en sacerdotisa, maga y, después, sucesora de la Dama. Otras versiones dicen que Morgana fue encerrada en un convento por su nuevo padrastro, Uther. De ahí podría haber arrancado su odio hacia Arturo.
Excalibur

A los 16 años, Arturo va con su padrastro y el hijo de éste a Londres, donde caballeros de toda Inglaterra intentan sacar una espada de su prisión en un yunque que a la vez se encontraba prisionera de un trozo de mármol. La leyenda cuenta que quien la liberase sería el rey de Inglaterra y el encargado de unificar todos los reinos de la isla (Uther había muerto unos años antes). Infructuosamente, todos los caballeros intentaron extraer la espada, pero es Arturo, sin ser caballero aún, quien logra liberarla, y le es revelada su verdadera identidad. Con la resistencia de todos los presentes, es proclamado rey, sin embargo, poco a poco todos lo aceptan y Arturo jura impartir justicia a todos los hombres de Inglaterra sin tener en cuenta su posición social. Unos días antes Arturo se había acostado con una bella joven. Esta no era otra que Morgana, su media hermana. Cuando se enteraron de lo que habían hecho, Morgana huyó, tuvo a su hijo en secreto y lo llamó Mordred. Mordred sería el fin de su padre.
Poco después Arturo pierde su espada durante una batalla. El mago Merlín lo acompañó a un lago en cuyo fondo había un castillo en el cual vivía una hechicera llamada Nimue, la Dama del Lago. Esta mujer guardaba una espada maravillosa, Excalibur. Arturo le pidió la espada, y Nimue se la regaló. Merlín observó la espada mágica de Excalibur: "Guardad bien esta espada" le advirtió al rey, "Puesto que mientras la llevéis no perderéis nada de sangre, pero un día llegará una mujer en la que confiáis y os la robará."
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Mordred y la muerte de Arturo
Mordred, hijo de Arturo y Morgana, se entera del idilio de Ginebra y Lanzarote y lo denuncia ante Arturo, que se ve obligado a condenar a la hoguera a su esposa, según las leyes de la época. Lanzarote salva a la reina y huye con ella a Francia, aunque luego se ve obligado a devolvérsela a Arturo.
Arturo sale en persecución de Lanzarote y deja el reino a cargo de su hijo Mordred, quien se apodera del trono e intenta seducir a la reina Ginebra. Al regreso de Arturo, él y sus caballeros deben luchar para recuperar el trono, en la Batalla de Camlann. Arturo se enfrenta a su hijo, al que atraviesa con su lanza. Pero Mordred, antes de morir, hiere fatalmente a Arturo, y muere.
La historia cuenta que Morgana llevó el cuerpo de Arturo en una barca hasta las orillas de Ávalon junto con otras reinas-hadas más, que podían haber sido Igraine, Elaine, la Dama del Lago (a la cual le fue devuelta Excalibur), la Reina de Gales del Norte, la Reina de las Tierras Baldías o la Reina de Más Allá del Mar. Posteriormente, cuando Ginebra muere, es sepultada por Lanzarote junto a la tumba del Rey Arturo.

El mito


Como mito el Rey Arturo ha pasado a la iconografía popular como sinónimo de inteligencia, honor y lealtad. Su espada (Excalibur), un símbolo del poder legítimo. Su capital, Camelot, un lugar idílico de igualdad, justicia y paz. El hecho de que Arturo y sus caballeros se reuniesen en torno a una Mesa Redonda, parece indicar que Arturo era, conforme a la expresión latina, un primus inter pares, que significa 'primero entre iguales'. El rey Arturo también fue un símbolo en la mitología alemana.

El Arturo literario
Con independencia de su popularidad como leyenda la historia del rey Arturo juega un papel clave en la literatura europea. La mayoría de los relatos incluyen muchos hechos establecidos por la pseudohistoria de Geoffrey de Monmouth que se han ido enriqueciendo con leyendas de origen celta y la mitología cristiana de la edad media. En el nivel literario esta narración sería un paradigma de intertextualidad e interdiscursividad. Aunque el auge que se produce a partir del siglo XII parece estar ligado a la necesidad de la búsqueda de una legitimación religiosa de las monarquías feudales europeas, es un hecho que en torno a las narraciones de la leyenda artúrica se produjeron notables logros artísticos y avances literarios de toda índole.

Si desean mayor información pueden acceder a http://es.wikipedia.org/wiki/Rey_Arturo

viernes, 25 de abril de 2014

Géneros Literarios

Los géneros literarios son las distintas categorías en que podemos clasificar las obras literarias atendiendo a su contenido. 
La retórica clásica los ha clasificado en tres grupos importantes: épico, lírico y dramático, a los que se añade con frecuencia el género didáctico.

Desde el punto de vista del autor, los géneros literarios son modelos de estructuración formal y temática que le permiten establecer un esquema previo a la creación de su obra.
La clasificación de las obras literarias en géneros y subgéneros se atiene a criterios semánticos, sintácticos, fonológicos, discursivos, formales, contextuales, situacionales y afines. En la historia, ha habido varias clasificaciones de los géneros literarios, por lo que no se puede determinar una categorización de todas las obras siguiendo un criterio común.
Géneros clásicos
La clasificación de los géneros literarios se inicia con Aristóteles, quien en su obra La Poética distingue los siguientes:
  • El género épico, actualmente asimilado al género narrativo. En su origen fue un género literario en el que el autor presentaba hechos legendarios, generalmente haciéndolos pasar por verdaderos o basados en la verdad. Su forma de expresión habitual es la narración, aunque pueden entremezclarse también la descripción y el diálogo. En algunos casos, la épica no es escrita, sino contada oralmente por los rapsodas.
  • El género lírico, en el que el autor transmite sentimientos, emociones o sensaciones respecto a una persona u objeto de inspiración. La expresión habitual del género lírico es el poema. Aunque los textos líricos suelen utilizar como forma de expresión el verso, hay también textos líricos en prosa (prosa poética).
  • El género dramático, fundamentalmente ligado al teatro.
Cada uno de ellos vendría definido por un modo de expresión y un estilo propio que debía adecuarse a su finalidad estética. Cualquiera de estos géneros puede expresarse en verso o en prosa.
En la civilización romana fue el poeta Horacio quien recogió las teorías griegas referentes a la creación literaria, en su Epístola a los pisones, también conocida como Arte poética.
Subgéneros
En algunos textos definidos como «Formas literarias». Algunos de ellos son:

Subgéneros narrativos

  • La épica: referida a las hazañas de uno o más héroes y las luchas reales o imaginarias en las que ha participado. Su forma de expresión tradicional ha sido el verso, bajo la forma de poemas épicos cuya finalidad última es la exaltación o engrandecimiento de un pueblo.
  • El cuento: una narración breve basada o no en hechos reales, inspirada o no en anteriores escritos o leyendas, cuya trama es protagonizada por un grupo reducido de personajes, y que tiene un argumento relativamente sencillo.
  • La novela: una obra literaria en prosa en la que se narra una acción fingida en todo o en parte, y cuyo fin es causar placer estético a los lectores con la descripción o pintura de sucesos o lances interesantes, así como de caracteres, pasiones y costumbres.
  • La fábula: composición literaria breve en la que los personajes casi siempre son animales que presentan características humanas como el hablar. Estas historias incluyen una enseñanza o moraleja de carácter instructivo que suele figurar al final del texto, por lo que se considera que poseen un carácter mixto narrativo y didáctico.

Subgéneros líricos

  • La lírica coral de la Grecia clásica (Oda, himno, anacreóntica, epitalamio, peán).
  • Canción: Un poema admirativo que expresa una emoción o sentimiento.
  • Himno: Una canción muy exaltada (religiosa, nacional o patriótica).
  • Oda: Un poema reflexivo y meditativo que tiende a exaltar y elogiar un tema o asunto.
  • Elegía: Un poema meditativo y melancólico.
  • Égloga: Un poema bucólico.
  • Sátira: Un poema mordaz.
  • Epigrama: poema mordaz, conciso, generalmente escrito en verso.

Subgéneros dramáticos

  • La tragedia, en la que los personajes protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa, invencible e inevitable contra el destino o los dioses.
  • La comedia: una obra que presenta una mayoría de escenas y situaciones humorísticas o festivas.
  • La pieza de teatro, constituida por diálogos entre personajes y con un cierto orden.1 2
  • El melodrama, en la que los aspectos sentimentales, patéticos o lacrimógenos de la obra se exageran con la intención de provocar emociones en el público.
  • La tragicomedia, en la que se mezclan los elementos trágicos y cómicos, aunque también hay lugar para el sarcasmo y la parodia.
  • La farsa, cuya estructura y trama están basadas en situaciones en que los personajes se comportan de manera extravagante y extraña, aunque por lo general manteniendo una cuota de credibilidad.

Subgéneros didácticos

Actualmente también se consideran formas literarias aquellas que son didácticas como:
Géneros literarios contemporáneos
En la actualidad es difícil hablar de género, especialmente con respecto a la producción de obras después del modernismo, debido a que no existen características formales para determinar qué obras pertenecen a determinado género. Por ejemplo, la novela, tras una cierta evolución a finales del siglo XIX que culmina en Gustave Flaubert, se ha convertido en el siglo XX y comienzos del XXI en la forma literaria por excelencia, a la que se acogen más propuestas diferentes de escritura. El término novela sirve ahora de nombre a un corpus de obras de cierta extensión, en las que se pueden alojar varios discursos y en las que no es necesaria ni la unidad ni la coherencia en la acción fijadas por el canon aristotélico. Entre estas obras, son frecuentes las que hacen uso de la polifonía, presentando distintas voces narrativas, y las que tratan distintas temáticas u ofrecen distintos bloques argumentales en la misma obra. Desde luego, ya no existe un elemento formal común que las agrupe.

La novela como género

El tratamiento de la novela como género escrito sólo vino después de 1934, cuando Mijaíl Bajtín diferenció la novela de la prosa novelesca y la poesía lírica. Los antecedentes de esta discusión de los anteriores críticos es que ellos no habían encontrado en la novela la misma forma-estilística de la poesía y, por consiguiente, se le había negado cualquier significación artística, para sólo tratarla como un documento. A partir de los años veinte, se había planteado estudiar la prosa novelesca y definirla por su especifidad. De acuerdo con Bajtín, fue un error de los críticos de los años veinte el de calcar los análisis de los géneros poéticos para ser un estudio monoestilístico. Rechazando así a la estilística el estatus de estudio de la novela por sólo reducirse a las destrezas individuales y del artista, y dejando al lado las evidencias del habla de las ciudades, de los registros sociales, de las generaciones y las épocas (Francisco Abad, "Bajtín ante la lengua literaria").

miércoles, 23 de abril de 2014

23 de abril Dia Internacional del Libro

Todos los días es día del libro para quienes amamos la lectura, se ha escogido una fecha en particular para hacer énfasis en su existencia y aprovechar el día para llamar la atención de manera especial a las personas que aún no notan la importancia de la lectura.
Además, el Día Internacional del Libro es una conmemoración celebrada a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. A nivel internacional es promulgado por la UNESCO la cual lo hizo por primera vez en 1995. Se celebra cada 23 de abril desde 1996 en varios países, siendo en 2008 más de un centenar.

En varios países de lengua española, como Cuba, se celebra este día como el Día del idioma, diferente del Día Internacional de la lengua materna celebrado el 21 de febrero.
 

Historia  

Der moderne Buchdruck (La imprenta), cuarta escultura (de seis) que se pudo contemplar en la exposición berlinesa Walk of Ideas con motivo de la Copa Mundial de Fútbol de 2006.


El día 23 de abril fue elegido como Día Internacional del Libro, pues coincide con el fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega en la misma fecha en el año 1616 (aunque realmente no es así: Cervantes falleció el 22 y fue enterrado el 23, mientras que Shakespeare murió el 23 de abril del calendario juliano, que corresponde al 3 de mayo del calendario gregoriano). En esta fecha también fallecieron William Wordsworth (en 1850) y Josep Pla (en 1981). La Unión Internacional de Editores propuso esta fecha a la Unesco, con el objetivo de fomentar la cultura y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. La Conferencia General de la Unesco la aprobó en París el 15 de noviembre de 1995, por lo que a partir de dicha fecha el 23 de abril es el "Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor".

Capital Mundial del Libro

En 2001 a iniciativa de la UNESCO se nombró a Madrid Capital Mundial del Libro. Desde entonces cada 23 de abril, diferentes ciudades del mundo han ido acogiendo este honor, realizan durante el año diferentes actividades culturales relacionadas con los libros. En 2002 ocupó el puesto Alejandría, Nueva Delhi en 2003, Amberes en 2004, Montreal en 2005, Turín en 2006, Bogotá en 2007, Ámsterdam en 2008, Beirut en 2009, Liubliana en 2010, Buenos Aires en 2011, Ereván en 2012, Bangkok en 2013 y Port Harcourt en 2014.
A partir del 23 de abril de 2012 Ereván es elegida como la capital mundial del libro, permaneciendo en el cargo hasta la misma fecha de 2013 en la que fué sustituida por Bangkok.
El comité de selección está integrado por representantes de la Unión Internacional de Editores (UIE), la Federación Internacional de Libreros (FIL), la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios (IFLA) y la UNESCO. Las siguientes ciudades han sido seleccionadas como capitales mundiales del libro:
Año Ciudad País
2001 Madrid Flag of Spain.svg España
2002 Alejandría Flag of Egypt.svg Egipto
2003 Nueva Delhi Flag of India.svg India
2004 Amberes Flag of Belgium.svg Bélgica
2005 Montreal Flag of Canada.svg Canadá
2006 Turín Flag of Italy.svg Italia
2007 Bogotá Flag of Colombia.svg Colombia
2008 Ámsterdam Flag of the Netherlands.svg Países Bajos
2009 Beirut Flag of Lebanon.svg Líbano
2010 Liubliana Flag of Slovenia.svg Eslovenia
2011 Buenos Aires Flag of Argentina.svg Argentina
2012 Ereván Bandera de Armenia Armenia
2013 Bangkok Flag of Thailand.svg Tailandia
2014 Port Harcourt Bandera de Nigeria Nigeria
2015 Incheon Flag of South Korea.svg Corea del Sur 







viernes, 18 de abril de 2014

Algunas cosas que posiblemente no sabías de Gabriel García Márquez

El escritor colombiano Gabriel García Márquez dejó de existir a los 87 años de edad en la ciudad de México tras  una larga lucha contra el cáncer que padecía.
El autor de las obras "Cien años de Soledad", "El amor en los tiempos del cólera", "crónica de una muerte anunciada", entre otros; recibió el premio Nobel de Literatura en 1982 y fue considerado como uno de los máximos referentes de la literatura  del siglo XX.

He querido contribuir con algo diferente sobre la personalidad de tan destacado escritor latinoamericano, en esta galería conozca algunos aspectos que posiblemente desconocía del nobel de literatura.
Miedo a los aviones
El nobel siempre manifestó su miedo a que los aviones en los que viaja se desplomen o queden en el aire para siempre. Por esa razón probó diferentes métodos para vencer esta fobia. Por ejemplo, siguió sin éxito la fórmula de Luis Buñuel que consiste en un martillazo seco de Martini antes de salir de casa, otro en el aeropuerto y uno más antes de despegar. También probó con la lectura y la música, por lo que tiene listas de canciones para volar según las rutas y la duración del viaje, incluso según la clase en la que vuela. | Fuente: EFE
Miedo a los aviones
Secreto contra la vejez
García Márquez sostuvo que muchos se consuelan pensando que la vejez es un estado de ánimo, por lo que la voluntad ofrece fuerzas para oponérsele, aunque no a la muerte. No obstante, indicó que el secreto contra la vejez es no pensar en ella. Su abuela murió casi a los 100 años y su padre a los 81 tenía vitalidad y un aspecto excepcional. | Fuente: EFE
Secreto contra la vejez
Miedo al Premio Nobel de Literatura
´Gabo´ creía que casi nadie sobrevivía siete años al Premio Nobel de Literatura. Por ejemplo, Sully-Prudhomme murió seis años después de recibirlo, Theodor Mommsen al cabo de un año, hasta Albert Camus falleció dos años después del reconocimiento. El colombiano recibió el galardón a los 55 años y tenía miedo de morir tras la entrega. | Fuente: Privada | Wikimedia
Miedo al Premio Nobel de Literatura


En una lista de muerte
 García Márquez siempre imaginó que moriría a manos de un marido celoso. No obstante, en 1982, el grupo clandestino MAS dio a conocer una lista de personajes a los que iba a asesinar, entre los que se encontraba la periodista María Duzán, el presidente de la Comisión de Derechos Humanos, Alberto López Michelsen, y el propio nobel colombiano. En su momento, el novelista dijo que ´no tengo ningún arma de defensa distinta de la máquina de escribir, y a estas alturas no estoy dispuesto a cambiar de vida solo por vivir unos años más de sobra´. | Fuente: AFP 

En una lista de muerte


Nada gratis

Gabriel García Márquez no aceptaba nada gratis más que de sus amigos. Por sus convicciones, sostuvo que nunca ha ganado un centavo que no sea por su trabajo con la máquina de escribir. Es más, no aceptaba viajes pagados y cuando era crítico de cine, compraba sus propios boletos. | Fuente: EFE | 


Nada gratis

No da las gracias

El escritor nunca ha dado las gracias por un elogio escrito ni le preocupan las críticas de la prensa. ´Cuando uno se ha expuesto a la contemplación pública a través de sus libros y sus actos, como yo lo he hecho, los lectores deben disfrutar del privilegio de decir lo que piensan, aunque sean pensamientos infames´, manifestó en algún momento. | Fuente: EFE  
No da las gracias
Las cartas se responden
García Márquez dice que una persona que no contesta las cartas no merece siquiera que se le escriba. Eso le sucedió con Julio César Turbay Ayala, presidente de Colombia en la década de los 80, quien no respondió una carta enviada por el novelista. | Fuente: EFE |
 Las cartas se responden
Obsesión por la verdad
´Gabo´ creía de niño en los Reyes Magos y por eso se acostaba temprano a la espera de sus juguetes, hasta que alguien decidió revelarle la verdad y la ilusión se terminó. Entonces con su lógica infantil determinó que el resto de los misterios católicos también eran inventados por los padres para entretener a los niños. Terminó de perder la inocencia cuando descubrió que los niños tampoco venían de París. | Fuente: Privada | Wikimedia 
Obsesión por la verdad
Cuento sin escribir
El colombiano siempre quiso escribir un cuento de título ´El ahogado que nos traía caracoles´. Llegó a comentárselo a su amigo Álvaro Cepeda Samudio, quien le dijo que ´ese título es tan bueno que ya ni siquiera hay que escribir el cuento´. La imagen del hombre que debía llegar en la noche con un puñado de caracoles para los niños permanece en su diván de los cuentos sin escribir. | Fuente: EFE | 
Cuento sin escribir
Nada gratis
Gabriel García Márquez no aceptaba nada gratis más que de sus amigos. Por sus convicciones, sostuvo que nunca ha ganado un centavo que no sea por su trabajo con la máquina de escribir. Es más, no aceptaba viajes pagados y cuando era crítico de cine, compraba sus propios boletos. | Fuente: EFE |
En una lista de muerte


miércoles, 16 de abril de 2014

Lo que hacen los editores de libros

Muchos amigos y personas conocidas tienen esta inquietud, por eso me vi motivado a investigar y escribir sobre este tema.

La edición de libros es la industria relativa a la producción y difusión de todo tipo de libros (literarios, técnicos, enciclopédicos, de entretenimiento, cómics, informativos, etc.). La edición del libro no incluye la actividad de poner en circulación la información disponible al público en general, es decir, la distribución. En algunos casos, los autores pueden ser sus propios editores.
 En español tradicionalmente se confunde el término «edición de libros» con la publicación misma de los libros y periódicos.
 En la cultura anglosajona sí existe una clara diferencia entre edición (edition) y publicación (publishing). Con el advenimiento de las computadoras digitales, la edición se ha extendido a nuevos escenarios como en el mundo de Internet, expandiéndose a versiones más modernas de la escritura tales como sitios web, blogs y similares.
También se denomina «edición» (del inglés edition: ‘corrección’) al acto mediante el cual se modifica una obra.

 La impresión posee dos acepciones o significados: la primera consiste en el proceso previo de publicación, y la segunda en el proceso por el cual se crean los originales mecánicos en la imprenta o tipografía, el cual consta de la composición o elaboración del texto en tipos móviles, de dos correcciones, las galeradas y las compaginadas, y del proceso físico de confección del libro.
 Una obra divulgada previamente en formato de libro puede volver a editarse si así se desea. Estrictamente hablando, si se vuelve a imprimir o divulgar esa obra sin cambios, se denomina reimpresión; si, por el contrario, sufre algún tipo de modificación sustancial, como ampliaciones, revisiones, correcciones, supresiones, añadidos u otra modificación cualquiera, se denomina nueva edición o re-edición, agregándo el número oportuno (primera, segunda, tercera edición). Si las diferencias son mínimas y no sustanciales, se denomina a estas diferencias de estado.

Pasos básicos para convertirse en Editor
Los editores son responsables de supervisar la calidad de las publicaciones, ya sea en forma impresa o en línea. Los editores leen los manuscritos para verificar su conformidad con el estilo de la editorial, para revisar la gramática y la exactitud de los hechos. Ellos pueden seleccionar las obras a publicarse, ayudan en el diseño de publicación y se ocupan de otras cuestiones relacionadas a la publicación. Si este tipo de trabajo te interesa, a continuación te presentaremos los pasos a seguir para convertirte en un editor.
Primero: Leer vorazmente. Para pulir destrezas, desarrollar un buen ojo para la buena gramática, puntuación, sintáxis y un sentido de cómo fluye un texto. Leer material de buena calidad nos ayudará a agudizar estas habilidades al máximo.
  • Leer los periódicos por sus estructuras. Los periódicos son excelentes para estructurar información de la más importante a la menos importante. Leer los periódicos para tener una idea de lo que es una introducción, o la idea principal de una historia, la cual aparece al principio de cada artículo.
  • Leer obras de ficción por la creatividad y empatía. Las obras de ficción tienden a examinar el rol de las relaciones humanas para dar significado y crear felicidad (o eliminarla). Además de sensibilizarte más a nivel social, podría incluso aumentar temporalmente tu nivel de empatía[1]. Estas habilidades son muy importantes para un editor experimentado.
  • Leer obras de no-ficción para ver el contexto histórico y tener un mejor análisis de la información. En las obras de no-ficción se exploran las historias de eventos y personas reales, las cuales a menudo son más insólitas que la ficción. Un buen editor utilizará las obras de no-ficción para colocar las historias en su contexto histórico y obtener información útil de ellas.
Segundo: Escribir todos los días. Es común pensar que, como editor, no estaremos escribiendo mucho. nada más erroneo. A pesar de que no siempre al editor se le reconozca como escritor por derecho propio, los editores pasan casi el mismo tiempo dando vueltas con muchas frases y moldeando el lenguaje para que se adapte a su voluntad. Escribamos algo todos los días, ya sean las memorias casuales de un diario o el análisis formal de un ensayo y no dejemos de hacerlo. No busquemos excusas de por qué no escribimos; busquemos excusas de por qué escribimos tanto. 
Tercero: Estudiar vocabulario (aunque creyendo que nunca lo usaremos). El vocabulario es parte esencial para aprender a ser bien leído y tener pluma de escritor. Los editores que juegan constantemente con palabras nuevas y descubren significados nuevos en las palabras ven el mundo con matices distintos. Ser un pensador más diversificado es lo que nos distinguirá como editores.
  • Llevemos un diccionario donde quiera que vayamos. En el celular, el ipad, impreso, Etc. Quizá sea un diccionario de bolsillo. Sea lo que sea, úsémoslo. Cada vez que nos topamos con una palabra que no conocemos, la buscamos y la anotamos en una lista. Revisamos la lista periódicamente para aprender, no solamente para memorizar, el significado de las palabras.
  • Practiquemos el arte de la mot juste. La mot juste es una frase elegante en francés, acuñada por Flaubert, que traducida quiere decir “la palabra perfecta para la ocasión”. Saber mucho vocabulario, y verla en acción, nos ayuda a elegir la mot juste. Los mejores editores y escritores dan la impresión de tener las palabras perfectas bajo la manga con una facilidad prodigiosa.
Cuarto: Alimenta tu curiosidad natural. Los escritores, los lectores y los editores por igual (como editor, serás los tres por defecto) dan la impresión de tener una curiosidad innata por el mundo. Esta curiosidad los impulsa a aprender del mundo, a armar la información en obras interesantes y precisas, y las presentan a los demás con la esperanza de que también despierten su curiosidad.
  • Si se te presenta la oportunidad, exploremos el mundo. Los viajes son excelentes para aprender acerca de diversos lugares y culturas. Mostrémonos y conozcamos gente. Tengamos conversaciones interesantes haciendo preguntas específicas. Involucrémonos en situaciones incómodas. Sobre todo,  enamoremonos del aire libre y no olvidemos escribirlo todo.
Quinto: Perfeccionemos la manera de pensar. Para ser editor, necesitaremos tres cualidades mentales: creatividad, o la habilidad de pensar sobre la marcha; perseverancia, o la capacidad de pasar largas horas observando la misma oración; y juicio analítico, o la habilidad de tomar decisiones rápidas sobre el significado de un elemento en cuanto a su contexto y su veracidad.
  • Rodiémonos de personas más experimentadas que nosotros. El rodearnos de personas con menor capacidad intelectual que nosostros, en algún momento nos acabará la estimulación mental. Nos aburriremos o en el peor de los casos no ensoberbeceremos. Rodiarnos de personas más conocedoras que nosotros nos obligará a evaluar nuevamente y a analizar las ideas desde el comienzo. Hasta podríamos contagiarnos de un poco de pericia por ósmosis.
  • No temamos cometer errores. Los errores son nuestros amigos, siempre y cuando aprendamos de ellos. No temamos probar una oración que al final no esté bien. Hagamos aquel salto en la lógica que sabemos  era demasiado riesgoso. Luego volvamos a evaluarlo y revisamos en dónde nos equivocamos. Prometamos no cometer el mismo error dos veces. Literalmente, así es como mejoramos en lo que hacemos.

Ser editor es mucho más que corregir un libro.  Si tuviera que definir a un editor diría que es la persona que se encarga de toda la coordinación de un proyecto editorial (libro, revista, eBook…): desde su creación o traducción hasta su publicación (en papel o digital). Si en un libro hay erratas, errores de traducción, problemas con la impresión o ilustraciones erróneas, la culpa es del editor, máximo responsable del proyecto. Por eso, si un editor ha hecho bien su trabajo, no deberíamos ni acordarnos de él, porque el editor ha de ser invisible. Así de importante es su trabajo, aunque hoy en día muchos opinen que la figura del editor no debería existir. ¿Acaso deberían dejar de existir los directores de orquesta o de un colegio?.